El programa de detección, intervención y referencia asistida alcohol, tabaco y otros, ha elaborado un informe de consumo de alcohol en la comuna de Penco desde el año 2015 al 2017; esto en base a los testimonios de los usuarios encuestados.
El fenómeno del consumo de alcohol, se debe abordar con una perpectiva no sólo desde el área de la salud sino desde las ciencias sociales, responde a necesidades que las personas hoy en día presentan: ¿cómo esta siendo nuestra calidad de vida hoy?, ¿Nos sentimos bien?, ¿por cuales razones consumimos alcohol?, ¿es una manera de tolerar mejor las condiciones de vida?; sin duda, las respuestas a estas preguntas deben ser nuestra guía para quienes trabajamos en la salud de las comunidades y pretendemos cambiar las formas de consumo a través de pautas de vida mas saludables que nos reporten bienestar.
Esto último es importante, si queremos sustituir una conducta por otra, la alternativa tiene que ser igual o mas satisfactoria que la anterior. Mejorando la calidad de vida, sin duda, dejamos obsoletos muchas conductas que terminan haciéndonos más daño que bien, y en eso todas y todos somos responsables.
El alcohol es una sustancia así como otras, que causan adicción pero que tal vez están más estigmatizadas (pasta base, cocaína, etc) lo cual nos juega a veces en contra pues se ven como «sustancias inofensivas» que no tienen mucho impacto en la salud de las chilenas y chilenos.
Pocas personas saben que el consumo de alcohol es el primer factor de riesgo que causa muerte o discapacidad en Chile, con un 12,4%, doblando al factor siguiente que es el sobrepeso y la presión arterial elevada.
En Chile, 1 de cada 10 muertes es atribuible al consumo de alcohol. La gran participación del alcohol no sólo se asocia a la dependencia de la sustancia, sino también al consumo de alcohol de riesgo, que es una manera de beber de alta cantidad, con mucha velocidad y en condiciones riesgosas (manejar vehículo, otras enfermedades presentes, embarazo etc). En Chile el consumo de alcohol se caracteriza por un patrón de alto riesgo, caracterizado por un consumo episódico, (un fin de semana) en grandes cantidades (hasta la intoxicación) en una misma ocasión, lo cual trae importantes consecuencias en la salud a mediano y largo plazo.